Soy un ave que vive, como el hombre, entre el cielo y la tierra, ésta es mi casa. Vivo en las alturas. Cuando caigo, caigo hacia lo alto. Por tanto, soy como los héroes; está en mí precipitarme hacia lo alto, hacia la casa de las águilas, de los guerreros tigre.
Precipitarme hacia lo alto es lo mismo que precipitarse hacia el abismo, el abismo es aquello que alcanzan los poetas cuando hablan de mi. Yo festejo la comunión entre los mortales y los inmortales. Yo soy la victoria misma de la vida. Sólo los que perciben lo oculto pueden verme como la huella de lo sagrado en esta época de la noche del mundo, donde los dioseshan abandonado a los hombres.
Yo os digo: de la vida, los biólogos no saben nada. Sólo el que tenga oídos que escuche.