Una de las tortugas de agua dulce más desconocidas por la ciencia es también una de las más raras. La tortuga Cantor (Pelochelys cantorii) no tiene caparazón rígido sino unas costillas unidas y cubiertas de piel dura. Este reptil del sudeste asiático que se encuentra al borde de la extinción puede alcanzar los 50 kg y medir hasta dos metros y pasa el 95 por ciento de su vida escondido en la arena para protegerse de depredadores. Científicos del WWF, de Conservation International y de la administración de pesca de Camboya encontraron un ejemplar hembra de Cantor en el río Mekong en mayo de 2007, lo que dio esperanzas para la supervivencia de esta especie en peligro.