CONCATEDRAL DE STA.MARIA
Iglesia Concatedral de Santa María
Este edificio fue construido a finales del siglo XV y principios del XVI, sobre los restos de otro templo más antiguo del que aún perviven algunos indicios en los muros laterales, constatándose la fecha de 1.316 en algunas sepulturas empotradas en los muros laterales. Fue a mediados del siglo actual cuando la anterior iglesia parroquial adquiere la dignidad de Concatedral de la Diócesis de Coria- Cáceres.
Una vez realizadas las obras de renovación de la antigua fábrica que concluirían en la primera década del siglo XVI, aún se añaden al templo, mediada la centuria, algunas partes nuevas como el coro, la torre y la capilla de San Miguel, con proyectos y ejecución a cargo de renombrados arquitectos, como Pedro de Ybarra, Pedro de Marquina y Pedro Gómez.
La estructura del edificio refleja al exterior alguna desigualdad constructiva, fruto del aprovechamiento del templo primitivo y de los añadidos posteriores. Toda la fábrica está realizada con sillería; consta de tres naves, algo más alta la central. Los pilares son góticos, con baquetones adosados, sobre los cuales se elevan los arcos formeros, apuntados al igual que los fajones de las naves laterales; sobre todo ello descansan las bóvedas, elaboradas íntegramente en sillería y con desarrollo en crucería, con terceletes, apareciendo en algunos tramos laterales nervios convados. El ábside también se cubre con bóveda de crucería, situándose a su lado la capilla del Cristo, construida a finales del siglo XV, mientras que la del lado opuesto, en el evangelio, dedicada a San Miguel, sería ampliada en 1.551. Es muy destacada la portada de acceso a la sacristía, con arco de medio punto encuadrada con pilastras decoradas con motivos platerescos, todo ello obra del maestro Alonso de Torra Iba, documentada en 1.527.
Otros elementos de interés son la portada y escalera de acceso al coro y torre, realizada según proyecto de Pedro de Ybarra, en la que se puede apreciar su relación con algunos de los modelos de Sebastián Serlio, publicado en España en 1.552. También fue diseñada por el mismo arquitecto la torre situada a los pies, obra de sobrio tratamiento, sin más decoración que los relieves de jarrones de azucena que referencian la advocación de la iglesia.
En el interior del templo la obra más importante es el retablo mayor, ejecutado entre 1.549 y 1.555 por Guillén Ferrant y Roque Balduque. Se compone de tres cuerpos con cinco calles, entre las que se reparten numerosas esculturas, todas "en blanco' -sin policromía ni dorado- al igual que el resto de la arquitectura del retablo. Cuenta también la Concatedral con obras pictóricas y escultóricas destacadas, sobresaliendo asimismo varios sepulcros con frontales y escudos ricamente labrados. Rejas, pilas bautismales, cajonerías y un excelente órgano, completan el contenido mueble de este templo.