FRANCISCO B. L. SU EX COMPAÑERA HA SIDO CONDENADA POR MALTRATARLE UN AÑO Y MEDIO
«Un policía me dijo que si la denunciaba se iban a reír de mí»
«Que me escupiera delante de los niños fue peor que una puñetazo en la cara». «Los que pasen lo mismo que pasé yo, tienen que tener el valor de denunciar».
SERGIO LORENZO/CÁCERES
Imagen de Francisco B.L.tomada en la redacción de este diario. |SALVADOR GUINEA
ImprimirEnviarFrancisco B. L. parece un hombre muy tranquilo, y se llega a la conclusión de que debe serlo tras conocer una reciente sentencia de la Audiencia de Cáceres, que señala que durante un año y medio la que entonces fue su compañera le estuvo maltratando física y psicológicamente delante de sus hijos. Francisco respondía a cada agresión acudiendo a Urgencias y luego a Comisaría a poner una denunciar. La Audiencia ha condenado a la maltratadora a 21 meses de cárcel, a trabajar 280 días en beneficio de la comunidad, a no acercarse a Francisco en 8 años y pagarle 2.600 euros.
-¿Ha sido su primera experiencia conviviendo con una mujer?
-No. Estuve casado antes. Me separé a los cinco años; pero en plan bien. Somos amigos; ella vive con su marido y nos llamamos por teléfono. Después de separarme, al año conocí a esta chica. He conocido a otra mujer y sé que todas las mujeres no son iguales.
-Lo ha pasado mal.
-Sí. He tenido mucho aguante. Mis padres me han enseñado que en esta vida nadie te da nada; al revés, hay que luchar. Yo hubiera cometido un error nada más le hubiera sacudido. Me hubieran echado de mi casa. He tenido la ayuda de mi hermano y de mi cuñada.
-Le han dado buenos consejos...
-Sí. Eso es lo que me ha mantenido. Me han dicho: 'Ten cuidado, no cometas un error que lo pagas'.
-¿Qué pasó con ella?
-Ella es celosa. Se le meten cosas en la cabeza y aunque no lo vea las tiene ahí. Yo decía, los celos se quitan... ¿los cojones se quitan! ...Los celos te matan.
-¿Pero, por qué le agredía?
-Ella ha hecho lo que ha visto en su casa.
-¿Estaban casados?
-No. Tuvo al niño y alguna vez vivimos juntos, pero al rato me decía que si estaba con esa o estaba con otra y así no se podía estar. Luego nació la niña, a la que no quiso ponerle mi apellido porque decía que en el momento que le pusiera mi apellido la iba a dejar. Vivimos juntos cuando nació la niña pero volvió otra vez a los mismos rollos. Además estas personas que agreden es como el que es alcohólico: se creen que somos alcohólicos los demás. Yo hablé con su familia y les dije: 'Oye, mira, me pone la mano encima y como siga la tendré que denunciar'. Porque un hombre (igual que una mujer), aguanta mucho; pero hay un tope y hay una vez que ya no puedes tener paciencia. La familia igual le dijo algo, pero ella no hizo caso.
-¿Anima a la gente que pueda estar en la misma situación que estuvo usted a que denuncie?
-El error más grande es que no denuncien. Una persona es agredida y quiere luchar por algo imposible. Quieres a una persona, tienes unos hijos y luchas ahí demasiado y el cuerpo tiene un límite. Les animo a que denuncien, que no tengan vergüenza por ser un hombre. Yo he llegado a la Comisaría y un policía me dijo que si la denunciaba se iban a reír de mí.
-¿Cómo fue eso?
-Un día 31 de diciembre iba a correr la San Silvestre con mi hijo y ella me lío una pelotera. Me insultó delante de los niños, me trató como un perro y me rompió el mando del televisor en la cabeza. Llega un momento en que te encuentras débil, que ves que no tienes aguante y llamé a la policía. Hacía dos días que había estado en el Hospital agredido, todo arañado y hecho una porquería. Ella dijo que quería poner también una denuncia. La policía habló con ella y luego salió un agente y dijo: 'bueno, ella no quiere poner ninguna denuncia, así que váyanse para casa'. Yo le dije, 'pero si quien ha llamado a la policía soy yo y quiero poner la denuncia'. Me dijo el policía 'mañana es otro año y Dios dirá'. Y me dijo el mando de la Policía que si ponía la denuncia me detenía, y un hombre también tiene derecho a denunciar. A los seis meses fui a denunciar, después de ir al hospital y me dijo un policía: 'No lo haga, que se van a reír de usted'.
-¿Se ha sentido discriminado por ser hombre al poner una denuncia por maltrato?
-Sí. Una cosa que me llamó mucho la atención, es que una vez que fui al juzgado, estaba ella, la fiscal, el juez, y resulta que mi abogado estaba con ella porque pensaba que la maltratada era ella. Yo al ver eso dije, 'madre mía: piso y todo fuera. Me dejan sin nada'.
-Ha estado 4 ó 5 veces en Urgencias por las agresiones de ella.
-Sí. Los compañeros me veían y me preguntaban qué me había pasado. Unas veces han creído que se me había caído una persiana o un mueble encima; pero ya, tantas veces, no. Iba todo arañado y los arañazos se curan muy mal. Me arrancaba todos los botones de la camisa, me rompía la camiseta... Los que pasen lo mismo que pasé yo tienen que tener el valor de denunciar.
-Y valor para no responder a una agresión con otra agresión.
-Yo espero que mi ejemplo le sirva a otros. Tienen que aguantar porque si no lo hacen van a quedar ellos como maltratadores, por un simple error, aunque ella le esté maltratando durante años. Cuando ella me escupió en la cara delante de los niños, eso para mí fue peor que un puñetazo en la cara. Yo reconozco que soy un perdedor, ella es una perdedora y mis hijos son unos perdedores.
-¿Sus hijos viven con usted?
-Eso es lo que más me dolió. Que me quitaran a mis hijos de estar conmigo en mi casa, y que les dejaran ir con una maltratadora. Mis hijos están con ella, salvo un fin de semana cada 15 días y el mes de agosto que ahora están conmigo. La fiscal, que es muy buena fiscal, dijo que le quitaran los hijos, pero el juez no se atrevió. La echó del piso, le puso orden de alejamiento, pero los niños se los llevó ella, cuando yo puedo cuidarlos mejor: tengo tiempo libre, tengo a mi familia que vive al lado y soy responsable. Soy jefe técnico con 40 trabajadores a mi cargo. Y que conste que yo no quiero quitarles a los niños su madre, porque es su madre; pero los niños debían estar conmigo, porque yo estoy en mejores condiciones que su madre para ayudarles. Los niños se han venido el mes de agosto conmigo sin ropa. El primer día he tenido que ir con ellos al Eroski a comprarles ropa. Los niños tienen ahora 9 y 7 años, son pequeños y tiene que ir por un buen camino, y no por uno que el día de mañana no tengan arreglo.
-¿Su ex compañera ha cambiado de actitud tras la sentencia de la Audiencia?
-Tiene una orden de alejamiento, pero se cruza conmigo y me roza y todo. Mi hermano me dice que tenga cuidado, porque un día puede intentar quitarme de en medio.