Guia para la Cria de Aves
La cría de papagayos es una aventura apasionante. Hasta hace unos años, se consideraba que los loros solo se reproducían en cautividad de una manera esporádica y casi anecdótica. La realidad es que muchos de los que lo intentaron ni siquiera contaban con una auténtica pareja.
El sexaje de los papagayos aún no se había desarrollado y la gente no tenía más remedio que fiarse de sus corazonadas para elegir un macho y una hembra. Desgraciadamente suele ser muy difícil adivinar el sexo de los loros a simple vista y la realidad es que muchos criadores nos equivocamos cuando lo intentamos.

Yo recuerdo cuando compré mi primera pareja de loros caiques (Pionites melanocephala). Estuve viéndolos en la pajarería durante meses, los vi aparearse, alimentarse mutuamente, se adoraban el uno al otro, etc...


Yo estaba completamente seguro de que se trataba de una pareja y al final, a pesar del precio que era alto, estaba tan convencido de que en cuanto los pusiera en una jaula de cría con un nido iban a tener pichones, que los compré. Mi sorpresa llegó cuando los sexé y vi que eran dos machos.
Posteriormente, esta y otras experiencias similares me han enseñado que con muchas especies no nos podemos fiar en absoluto del aspecto ni del comportamiento. Incluso dejando a los loros que se elijan dentro de un grupo, la formación de parejas homosexuales es algo habitual.
Evidentemente este espacio es demasiado reducido para poder decir todo lo que se puede sobre la cría de loros en cautividad. Lo que vamos a hacer es simplemente dar algunos consejos que consideramos útiles para cualquiera que se plantee emprender esta aventura.

ELIJE LA ESPECIE QUE MÁS SE ADECUA A TUS POSIBILIDADES.
Existen en el mundo más de 343 especies diferentes de papagayos, cada una con sus propias ventajas, inconvenientes, necesidades, etc... Es evidente que aquí no podemos hablar en detalle de cada una de ellas, pero la elección de la especie más adecuada es uno de los puntos más difíciles a los que nos enfrentamos cuando decidimos criar loros. Esta elección la tenemos que hacer pensando en los siguientes factores:
- Espacio de que disponemos.
- Requerimientos de la especie en concreto (alimentación, etc...)
- Tipo de jaula que podemos proporcionar a los loros
- Clima de nuestra región (o si no, la posibilidad o no de proporcionarles calefacción si el clima es demasiado frío)
- Nuestra experiencia en el trato con las aves, o lo que es lo mismo, dificultad de la especie.
- Nuestros gustos
- Nuestro presupuesto
- Disponibilidad de la especie que queremos.


DE QUÉ ESPACIO DISPONEMOS Y QUÉ TIPO DE JAULA PROPORCIONARLES:

Una vez decidida la especie, tenemos que pensar en la instalación que vamos a proporcionarles. Hay especies de loros que se conforman con jaulas de interior pequeñas para la cría (los loros grises se reproducen perfectamente en una jaula de 1x1x1m, e incluso más pequeña, en el interior de una habitación), pero hay otras especies que requieren pajareras enormes en el exterior.

Hay que decir que no siempre el tamaño del pájaro está en relación con el tamaño de la jaula que hay que darle, así por ejemplo algunos periquitos pequeños australianos, necesitan jaulas mucho más grandes que algunos loros medianos como por ejemplo los yacos. Yo creo que la jaula tiene que estar en función del modo de vida de los loros que vaya a alojar más que de su tamaño.
Como digo, algunos periquitos necesitan jaulas realmente grandes, pero la explicación es muy sencilla, son aves muy voladoras que precisan espacio para poder hacer el ejercicio que requieren. Otros loros prácticamente no vuelan nunca en la jaula o viven casi permanentemente dentro del nido. Darles una jaula excesivamente grande no tiene sentido, e incluso es contraproducente.

La gente suele pensar que la jaula siempre cuanto más grande mejor. Personalmente no comparto esta idea. Yo creo que el tamaño de la jaula tiene que ser proporcionado a las necesidades de la especie. Las jaulas excesivamente pequeñas no permiten a loro desarrollarse en plenitud y no convienen, pero las jaulas excesivamente grandes, permiten que el loro adopte una distancia de seguridad excesiva (distancia de seguridad es la que el loro considera que tiene que mantener con respecto a los peligros para estar seguro). El problema de que el loro mantenga una distancia de seguridad excesivamente grande es que constantemente estaremos violando esta distancia, provocando un gran estrés a las aves. En jaulas pequeñas, el loro no tiene más remedio que eliminar esta distancia y asumirnos como no peligrosos. Una vez que esto ocurre, habremos dado el primer paso para que nuestros loros se encuentren confortables en su casa.
Tenemos que decir que el hecho de que el loro elimine la distancia de seguridad trabaja absolutamente en nuestro favor ya que una de las primeras condiciones que tienen que darse en la jaula para que los loros se decidan a criar es que se encuentren seguros y a gusto.
En cuanto al tipo o diseño de jaula, hay tantos como criadores. Cada uno tiene sus ideas al respecto y es difícil describir el tipo de jaula ideal. Depende tanto del loro que vaya a alojar como de los gustos y preferencias del criador o de las características del lugar donde se vaya a colocar. A este respecto solo vamos a dar algunos consejos que consideramos de utilidad:
- Ten en cuenta el trabajo que tendrás para atender la jaula diariamente. Hay que limpiarla y hay que alimentar a los loros cada día. Evita los rincones, las superficies planas donde se acumula la suciedad, etc...

- Instala comederos que puedas atender desde el exterior cómodamente. Ten en cuenta que los loros cuando crían pueden volverse extremadamente agresivos y que las entradas en la jaula les estresan.

- Coloca el nido en la parte menos visitada de la jaula, es decir, si los comederos y la parte desde la que ves a los loros están en un lado, coloca el nido en la parte más alta del opuesto. Esto hace que los loros encuentren en el nido la parte más segura de la jaula y se sientan bien en él.

- Cubre el techo solo parcialmente. Recuerda que los loros odian el sol y hay que darles sombra para que lo eviten, pero adoran la lluvia y cuanto más torrencial mejor.

- Permite que los loros se encuentren a una altura adecuada. Ten en cuenta que los loros se sienten más seguros cuando están altos

- Las jaulas suspendidas son perfectamente válidas para la mayor parte de las especies y son mucho más fáciles de limpiar y mantener en condiciones.

- Como hemos dicho, diseña la jaula haciendo que el loro tenga el espacio adecuado a los requerimientos de su modo de vida, ni demasiado grande ni demasiado pequeña.

- Instala en la jaula los suficientes elementos de decoración y juego como para que los loros no se aburran, pero que a su vez no dificulten tu trabajo diario de limpieza y mantenimiento.

ELECCIÓN DE LA PAREJA:

Una vez hemos decidido qué especie vamos a intentar criar y hemos construido o comprado la jaula, tenemos que ver qué pareja adquirir. A priori, cualquier pareja de loros es susceptible de poder criar. El problema viene cuando muchas de ellas deciden que no les da la gana. Los loros, para emparejarse necesitan la pareja adecuada. En este aspecto son como las personas.
Por más que pongamos un macho y una hembra en una jaula, si no se gustan no habrá nada que hacer. Este es un riesgo que tenemos que asumir y no podemos evitar.

La única manera que tenemos de evitar el peligro de que los loros no se gusten, es comprar un grupo, ponerlos todos juntos y permitir que se elijan entre ellos. Lamentablemente dado el precio de los loros, esta es una posibilidad que no suele estar al alcance del bolsillo de todo el mundo.
En cuanto a que los loros sean salvajes, criados en cautividad por los padres o criados a mano, en principio no hay inconveniente por que sean de un tipo u otro. Todos ellos son perfectamente válidos como reproductores y no creo que haya un criterio exacto para decidir qué grupo es mejor. En cualquiera de ellos encontraremos parejas que crían y otras que no.
Lo que sí considero que es muy importante es que una vez llegados los loros o incluso si es posible antes de recibirlos, estos pasen un chequeo veterinario completo, incluyendo endoscopia, hematología, etc... Cada nueva incorporación de aves dentro del criadero supone un gran riesgo para todos los demás y hay que intentar reducir este riesgo al máximo.
Por último ten mucho cuidado con los loros ofrecidos como parejas reproductoras. Salvo pocas y honrosas excepciones, nadie vende loros que ya se están reproduciendo por la sencilla razón de que es mucho más rentable criar con ellos que venderlos y más si el precio de la pareja es barato. Ten en cuenta que en este mundo hay montones de desaprensivos que venden carísimas parejas reproductoras que en realidad no lo son. Nadie mata la gallina de los huevos de oro, y de toda esta historia la dificultad real está en buscar una pareja que quiera reproducirse.
EL NIDO:
Yo tengo la convicción de que el tamaño o forma del nido no es en absoluto un aspecto crucial en la cría de loros. La realidad es que en la naturaleza los árboles huecos no abundan y los loros tienen que adaptarse a los huecos disponibles. En cautividad las cosas son parecidas. Si la pareja quiere criar, la forma o tamaño del nido no es muy importante. De hecho, en ocasiones vemos cosas que a priori parecen increíbles.
En estas condiciones pensar en criar era algo así como un sueño. Entre la decoración de la jaula de la hembra se encontraba una pequeña caja de madera, similar a una caja de zapatos (abierta completamente por arriba). La sorpresa vino cuando esta hembra adoptó esta caja como nido y puso en ella dos huevos que se dedicó a incubar con un gran celo. Tanto le gustó su caja que a pesar de que la cacatúa es completamente mansa, no había manera de acercarse a su caja-nido.

Una amiga mía, tiene una pareja de cacatúas galeritas en las que el macho tiene la mala costumbre de atacar a la hembra (costumbre muy frecuente en las cacatúas)
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Para evitar estos ataques, Silvia tiene sus cacatúas en dos jaulas separadas pero de manera que se pueden ver. Estas dos jaulas dan al salón de su casa, y a las noches, cuando ella está en el salón y puede controlarlas, las deja salir y volar por la habitación. Estos son los momentos que la pareja aprovecha para aparearse y tras ello, cada uno de los pájaros vuelve a su jaula.
Desafortunadamente a Silvia no le gustaba tener la pareja separada por mucho tiempo y dado que la hembra no salía de su nido para nada, permitió que el macho entrara en la jaula a ratos. Este se metía en el nido con muy poco cuidado, por lo que al final decidimos retirar los huevos y criar los pichones a mano. A pesar de ello, estoy convencido de que de no ser por la intervención del macho, la hembra podría haber llevado a cabo la cría sin ningún tipo de problema.
Con este ejemplo solo pretendo decir que si los loros quieren criar un nido inadecuado no es obstáculo. A pesar de ello, si queremos facilitar las cosas para que los loros críen, deberemos proporcionarles un nido aparentemente adecuado a sus requerimientos.
En nuestro criadero usamos básicamente cuatro tipos de nidos (aunque de diversos tamaños):
- Nidos verticales: Algunos loros prefieren la profundidad de un nido. Este es el caso en amazonas, loros grises, etc... En estos nidos, la proporción es aproximadamente que la altura es dos o tres veces el lado de la base.

- Nidos horizontales. Los usamos sobre todo para guacamayos o cotorras ninfa. A estas especies les suele gustar tener controlado lo que ocurre en el exterior, y este tipo de nido les da la posibilidad de ver a través de la entrada incluso cuando la hembra está incubando.

- Nidos en forma de V. Estos nidos están especialmente pensados para cacatúas. Al contar con dos entradas, una en cada rama de la V, ofrecen siempre la posibilidad de escapatoria por parte de la hembra. Estos nidos se usan porque cuando las hembras de cacatúa incuban, los machos suelen volverse locos por el aburrimiento y repentinamente pueden entrar en el nido y atacar e incluso matar a la hembra. En estos nidos, si el macho entra por un agujero, la hembra siempre puede escapar por el otro.

- Nidos ponedero. Llamamos así a los nidos que usamos para parejas de cualquier especie que rompen los huevos. En este tipo de nidos, la tabla del fondo está cortada en su extremo y tiene pendiente. Esto hace que cuando el loro pone huevos, estos rueden y caigan por la rendija dejada por la tabla del fondo a un receptáculo inaccesible para los padres. A partir de ahí, los huevos son recogidos e incubados artificialmente.
Independientemente del modelo de nido que elijamos, la puerta de acceso para nosotros tiene que estar a la altura de los huevos, es decir, si ponemos la puerta en el techo del nido (como se ve frecuentemente) cada vez que queramos inspeccionar el interior, estaremos cortando el acceso de la hembra hacia la salida y la asustaremos mucho e incluso correremos el riesgo de que al revolverse dentro por no poder salir, rompa los huevos o dañe a los pichones. Si por el contrario la puerta está abajo, cuando nosotros la abrimos, la hembra siempre tendrá el camino libre para salir del nido si ella quiere.
Como norma general el nido tiene que ofrecer seguridad. Esto se consigue principalmente de tres formas
- La entrada tiene que ser pequeña, de un diámetro justo suficiente para permitir el paso de la hembra. Incluso suele ser positivo dejar la entrada de un diámetro inferior y permitir que sea la misma pareja la que lo agrande hasta donde ellos quieran.

- El nido debe colocarse siempre en la parte más alta de la pajarera.

- El nido tiene que estar en la zona menos frecuentada de la jaula o donde menos se moleste a los padres.

Ellos tienen que sentirse bien en el interior y no podrán si cada vez que pasamos cerca los molestamos.

MIS LOROS HAN PUESTO HUEVOS ¿QUÉ HAGO?
Esta es una pregunta súper frecuente en criadores novatos. Primero nos tiramos meses esperando el feliz acontecimiento y cuando por fin ocurre, nos sentimos completamente perdidos y creemos que no sabemos nada sobre loros ni sobre su cría.
La respuesta a esta pregunta al final es súper sencilla: DEJARLOS EN PAZ. La mayoría de los criadores novatos no se creen su suerte y se pasan el día molestando a la hembra que incuba con constantes visitas al nido para controlar que todo va bien y que es cierto que realmente ha puesto huevos. A mí me dan escalofríos cada vez que alguien me viene diciendo incluso la hora en que los huevos han sido puestos y luego dicen “Si yo no la he molestado”.

Evidentemente es conveniente tener un control de lo que está ocurriendo dentro del nido, pero también hay que buscar un equilibrio en estos controles. Nosotros lo hacemos una vez a la semana. Los jueves toca revisión de nidos y tomamos nota de todo lo que está ocurriendo dentro. De esta manera reducimos las molestias a las parejas y por otro lado tenemos la suficiente información.
En cuanto a la decisión de retirar los huevos para la incubación artificial y cría a mano de los pichones, yo creo que solo se debe hacer bien porque la hembra ya ha demostrado que no es válida como madre (rompe los huevos, mata los pichones, etc...) o si el criador realmente tiene experiencia en cría a mano e incubación. De no ser así, mi consejo es dejar que los padres hagan su trabajo.
Si nos vemos obligados a sacar los huevos del nido y no sabemos cómo incubarlos o criar los pichones recién nacidos, lo mejor es buscar un criador experimentado que lo haga por nosotros. Nosotros solemos ofrecer este servicio a criadores que o bien no están bien preparados o bien no cuentan con los medios o el tiempo necesario.
Si hablamos de loros comunes y pensamos enfocar la cría a la producción de mascotas, la cría a mano es fundamental para conseguir que los pichones tengan el buen carácter y el cariño por los humanos que esperamos de ellos. En estos casos, mi consejo es dejar que los padres críen a los pichones durante las 3 primeras semanas y a partir de ahí seguir criándolos a mano. Con esta edad los pichones son mucho más sencillos de mantener ya que no tienen ningún requerimiento especialmente difícil en cuanto a la temperatura que necesitan, son fáciles de alimentar con una jeringa con sonda (o sin ella), y solo necesitan comer 4 veces al día, por lo que más o menos cualquier persona puede ocuparse de ellos de una manera adecuada.
Si la especie es rara y los pichones van a ser destinados a la cría, podemos criarlos a mano o dejar que los padres terminen la tarea. Cualquiera de los dos sistemas es válido, aunque hay mucha gente que opina que este tipo de loros debería criarse siempre con los padres ya que parece la manera de que estos puedan transmitir a los pichones todos los comportamientos aprendidos propios de la especie.
En cualquiera de los casos y se haga como se haga, la cría de loros es quizás la experiencia más gratificante que yo he tenido en mi vida y es algo que recomiendo a cualquiera que se sienta en condiciones de poder intentarlo.
Verduras

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Las verduras forman una parte muy destacada e imprescindible de la alimentación de las psitácidas, son los alimentos que aportan los nutrientes más importantes, incluso son más equilibradas en éstos que la fruta. Las verduras de hoja verde oscuro tienen gran aporte de vitamina A para los psitácidos: col, brécol, berzas, espinacas, las hojas de remolacha, etc... Asimismo, todas aquellas de color naranja son también de gran riqueza nutricional: calabaza, batata, zanahoria. Sin embargo, la dieta de verdura debe ser variada; no sólo deben figurar las mencionadas; los colores, así como la variedad, son importantes para mantener a nuestro loro en perfecto estado de salud física y psíquica.
La antigua creencia de que el perejil es malo para los loros queda totalmente descartada ante los estudios recientes: al contrario de lo que se cree, el perejil es uno de los alimentos más equilibrados para los loros, pues contiene una cantidad adecuada de calcio, fósforo, vitamina A y proteínas siempre y cuando se proporcione en cantidades moderadas; otro de los mejores alimentos es el diente de león fresco. Hay también que tener en cuenta que existen verduras tóxicas para las aves: los aguacates y el ruibarbo, por ejemplo; dado que en el mercado español están apareciendo verduras que no nos son familiares, debemos asegurarnos de que éstas son adecuadas para nuestros loros.
Verduras más comunes para la alimentación de un loro:
Acelgas, Batata, Berza, Brécol, Calabaza, Calabacín, Col, Coles de Bruselas, Diente de León (fresco), Espinacas, Hojas de Remolacha, Judías Verdes, Lechuga, Maíz, Pimiento Rojo, Pimiento Verde, Repollo, Tomate, Zanahoria.
Listado completo con enlaces:
  • Acelga
  • Achicoria
  • Ajetes
  • ajo
  • alcachofa
  • apio
  • batata
  • berro
  • berza
  • brécol
  • brócoli
  • brotes de soja
  • calabacín
  • calabaza
  • cardos
  • cebolla
  • champiñón
  • col y coles varias
  • coliflor
  • dátiles
  • diente león (fresco)
  • endivia
  • escarola
  • esparragos
  • espinacas
  • guisantes
  • grelos
  • habas
  • judías verdes
  • lechuga
  • lombarda
  • maiz
  • nabo
  • patata
  • pepino
  • perejil
  • pimiento
  • puerro
  • rábano
  • remolacha
  • repollo
  • tomate
  • zanahoria
Ducha

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Es de vital importancia para el buen estado del plumaje de las psitácidas. Les motiva a acicalarse y reduce el 'polvillo' que producen algunas especies como las cacatúas o los loros grises.
La ducha debe ser frecuente, y puede usarse un pulverizador con agua a temperatura ambiente. Evitar pulverizar directamente al loro, pues les resulta molesto. Es preferible pulverizar hacia arriba para que caiga con suavidad sobre él. De vez en cuando se puede duchar de forma más completa al loro, por ejemplo en la ducha de casa.
Idealmente dejaremos que se seque por si solo, no debe usarse un secador de pelo. Si el clima no es cálido, o preveemos corrientes de aire, podemos secarlo con una toalla.
Jaula

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La jaula, es el lugar en el que el loro va a pasar buena parte de su tiempo. Por ese motivo, es importante proporcionarle la jaula más espaciosa posible. La construcción debe ser sólida, con un grosor y espaciado de barrotes adecuado a la especie que la habitará.
Deberemos procurar colocar la jaula en una zona de la casa donde hagamos habitualmente vida, evitando que la entrada de personas no lo sorprendan sino que pueda ver llegar a quien entre.
Es bueno que la jaula esté protegida por detrás por pared, incluso por una esquina de la casa, así el sentirá más seguridad, al saber que por esa zona nadie aparecerá de improviso.
La jaula debe ser lo suficientemente amplia como para que el loro pueda batir sus alas en toda su extensión, sin hacerse daño y estropear su plumaje.
Es un sitio donde va a pasar gran parte de su tiempo, por lo que deberemos procurles juguetes, ya sea comprados en tiendas especializadas como caseros, que puedan hacer que nuestro loro pueda entretenerse jugando y mordiendolos.
Procuraremos a nuestra mascota una buena percha limauñas para que sus uñas esten siempre bien limadas y nos arañen al cogerlo.
Pondremos también una rama de árbol natural a modo de percha, procurando siempre que la madera no haya sido fumigada, que no tenga resina y que esté limpia.
Los loros necesitan roer madera y gustan de destrozarla. Así se entretienen y esto contribuye a su estabilidad mental, evitando así que se ensañe por ejemplo con sus plumas.
Los comederos deben estar siempre limpios. Y el agua debe estar fresca cada día. Evitaremos que la verdina se acumule en el bebedero limpiándola frecuentemente.
La base de la jaula debe estar protegida por una rejilla que evite que el loro acceda a sus propios excrementos si por casualidad baja a coger alguna semilla que se le haya caido.
La jaula no debe ser circular porque el loro necesita tener un lugar de esa jaula donde refugiarse. En una jaula cuadrada próxima a una pared el loro se pegará al lado de la pared cuando se asuste por algo, y eso le dará sensación de seguridad, lo que en una jaula circular no es posible, creándole estrés permanente y haciendo que nuestro loro se vuelva inseguro. Por el mismo principio tampoco es aconsejable poner la jaula en el centro de la habitación, ya que el loro no tendrá lugar posible donde sentirse seguro.
Los primeros días

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Los primeros días con un loro papillero

(falta texto)
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Los primeros días con un loro capturado

Ya sea por ignorancia o por otros motivos que no vienen al caso, tenemos que concienciarnos de que acabamos de adquirir un animal salvaje, acostumbrado a grandes espacios y que seguramente las veces que ha visto un humano ha sido totalmente traumatico para él. La palabra clave para esta etapa es: PACIENCIA. Que nos entre en la cabeza que el loro no va a andar detrás nuestro al segundo día.
Lo primero que tenemos que hacer, es proporcionarle una jaula adecuada y una dieta equilibrada. Acostumbrado a las semillas de girasol (es lo mas barato) al loro no le gustará nada cambiar su dieta, pero es por su bien. Aquí entra otra vez la paciencia y la constancia: Hay que hacerlo gradualmente, reduciendo cada tiempo el numero de semillas y aumentando el de pienso, asi como ir dandole frutas y verduras.
Sabido esto, debe empezar nuestra relacion con él. Es mejor dejarle unos días de adaptación, sin agobiarle, ya que cuando nos acerquemos chillará como si le estuvieramos matando, asi que lo mejor es colocar la jaula en un sitio en el que nos vea y comportarnos como siempre: ponernos a ver la televisión al lado de la jaula o tranquilamente leer un libro sin hacerle demasiado caso y en caso de dirigirnos a él, sin movimientos bruscos y con palabras dulces.
Una vez pasada la fase de "histeria" cada vez que pasemos por su lado, quiza podamos probar a darle alguna chuchería a traves de los barrotes, que vea que nuestras manos no son amenaza, si no que le benefician, siempre como ya dije siendo cariñosos, con palabras dulces y movimientos suaves. Podemos ir metiendo la mano en la jaula, el loro volverá a chillar, dejarla ahí un momento, que vea que chillar no le sirve de nada y que la mano no le hace nada. No intenteis tocarle, solo permanecer con ella dentro de la jaula. Tambien se le puede ofrecer comida.
Estos son los primeros pasos para los primeros días que se pueden convertir en semanas, cada loro es un mundo y nos costará que pierda el miedo a las manos, lo digo por experiencia. SUERTE Y PACIENCIA
Como reconocer si tu loro esta enfermo

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saber que un loro esta enfermo es algo difícil, ya que por su condicion de "presas" en su medio natural tienden a ocultar la enfermedad.
Un cambio brusco de comportamiento del loro puede ser una señal de que esta enfermo. Tanto para bien como para mal; quiero decir; si un loro que era arisco de la noche a la mañana te pide carantoñas, andate con ojo, porque eso no es normal, y viceversa. Las plumas o el pico en mal estado tambien son una señal de posible enfermedad, asi como moqueo y estornudos continuos. Si observa estos síntomas y además que el loro se queda echo una bola de plumas, con ellas ahuecadas, es que tiene fiebre.
Un crecimiento anormal del pico o las uñas es causa de sospecha tambien.
Ante cualquiera de estos síntomas hay que acudir al veterinario, sin esperar porque quizá cuando empecemos a notarlo ya sea demasiado tarde.
Corte de plumas de alas

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Este tema es algo controvertido y polémico y varían mucho los criterios de una persona a otra. Sin embargo no pretendo crear un debate, sino simplemente exponer este tema y explicar algunos pros y contras de cada uno.

El recorte de plumas del ala se hace indispensable para aquellos loros que disfrutan de la libertad, es decir, que gran parte del dia son mantenidos por casa o en el exterior, siempre con la mirada vigilante de sus amos.

Se realiza con el fin de facilitar el adiestramiento, evitar mortales y peligrosos choques contra paredes o ventanas de la casa. También se realiza con el fin de avitar que escapen de casa.

Mutilamiento: Se usa en aves de finca o campo, y consiste en mutilar las alas del ave para que no pueda volar, este método es irreversible, no recomendado, y por suerte no se realiza con loros.
Corte estético: Este corte es uno de los mas recomendados y usandos entre los lorotenientes debido a que se cortan todas las plumas del ala, menos dos o tres primarias, esto con el fin de que cuando se recoja el ala, parezca que el ave tiene sus alas largas, pero en realidad solo tiene largas las 2 o 3 primeras primarias.

Corte total: Consiste en cortar tanto primarias como secundarias. Este corte se recomienda en aves como la ninfa. u otras aves como el loro barranquero, debido a que su cuerpo y sus alas estan tan bien proporcionados, que con un corte estetico, aun logran volar muy bien, y lograr una altura peligrosa, y al igual que el corte estético es indoloro.

Estos y otros métodos más deben de ser realizados por expertos. Sin embargo, con una vez que visites al veterinario, podrias aprender a hacerlo, si eres una persona con paciencia y con buen pulso, sino es mejor visitar una vez al año al veterinario.

Como algo importante, las plumas del ala no se podran recortar cuando el ave este en estado de pichón, debido a que sus cañones no se han abierto y se podria causar un gran daño, ya que por ellos corre sangre, que podría brotar en caso de corte.

El margen que se sigue para cortar las alas es tantes de las plumas coberteras, es decir, al estirar el ala de el loro, y observar su parte interna, se observara que mas arriba de las plumas largas, hay otras mas cortas que formar un arco, eso quiere decir que hasta antes de tocar estas plumas se deben de cortar las otras.
La bandada humana

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Las psitácidas son aves de comportamiento gregario. Esto viene a significar que tienen necesidad de relacionarse con sus semejantes.
En libertad, las distintas especies de loros suelen hacer vida en comuna. Podemos verlas volar en busca de alimento en bandadas, descansar sobre las altas ramas de los árboles formando ruidosos grupos. Se acicalan mutuamente y duermen cuerpo con cuerpo.
Cuando vuelan, utilizan sus gritos para comunicarse entre ellos, usando llamadas de aviso en caso de que alguno de ellos se separe de la bandada.
Pero cuando estas aves están criadas en cautividad, esa necesidad de estar integrado en una comunidad no desaparece. Simplemente son los miembros de la familia que lo adquiere y cría quienes pasan a formar su bandada humana.
Cuando un pichón de loro es alimentado desde muy joven por manos humanas, aprende a no temer a las personas, dado que lo único que recibe de estos es alimento y caricias.
Si la persona que lo ha alimentado es quien va a ser su dueño, el animal pronto comenzará a comportarse de manera sociable con ésta. Aprenderá a conocer a los miembros de su nueva familia y a medida que vaya creciendo establecerá jerarquías. Identificará a un jefe de bandada. A una persona favorita a la que le será tan fiel como solo puede ser un loro, demostrándole su afecto de manera muy especial. Suele ser muy común incluso que los machos representen el mismo ritual de apareamiento que le demostrarían a la hembra en el cortejo de apareamiento. Dejará sus alas caídas, hará movimientos continuos atrás y adelante con la cabeza, y llegará a regurgitar comida de su buche que ofrecerá a su persona favorita.
Este comportamiento es signo de que el animal en cuestión siente verdadero afecto por esa persona a la que agasaja con estas atenciones. A veces aprenden a "besar" en los labios a sus dueños, acercando sus picos a los labios, y repiten este gesto como demostración de cariño.
Los loros criados en cautividad establecen estrechos lazos con sus familiares humanos. Sienten la necesidad de estar en medio de cualquier acción que ellos realicen y su curiosidad los lleva incluso a querer participar.
Si en la casa donde viven hay niños, gritos, la radio o la televisión puestas a alto volumen, los loros, en su afán de integración, serán ruidosos, participarán con sus gritos y tomarán el escándalo como forma habitual de expresarse.
En cambio, si la familia adoptiva, es menos ruidosa, nuestro amigo emplumado será más tranquilo, menos ruidoso, aunque por supuesto no perderá su cualidad de griterío y lo demostrará cuando quiera llamar nuestra atención, pero seguramente, su integración marcará la diferencia.
Un loro socializado también disfruta del contacto. Es más, tiene necesidad de ello. Disfrutan de la caricia como cualquier ser inteligente y no dudarán en ofrecernos su nuca para que le rasquemos y acariciemos bajo sus plumas. Podremos observar su disfrute viendo como cierran los ojos demostrando que gustan de sentir nuestras manos sobre ellos.
La caricia, el contacto, es algo que también establece estrechos lazos de cariño entre humano y ave. Es algo que muchas veces desconocemos y no tenemos en cuenta.
Pero a veces, un loro puede querer ser la cumbre de la jerarquía. Querrá ser el jefe de bandada y para ello no dudará en picar a sus dueños. En estos casos, algunos entendidos suelen aconsejar que coloquemos la jaula de manera que los ojos de nuestro loro estén por debajo de los nuestros, nunca por encima. Se basan en general en que estos animales, en libertad, suelen elegir las ramas más altas en señal de estatus en la bandada.
Como vemos, debemos tener en cuenta siempre, esta necesidad de relación que tienen estos extraordinarios animales. Necesidad que debemos cubrir descartando la idea de que el loro tiene que estar en su jaula y nada más. Su jaula será su habitación, y nuestro amigo emplumado deberá aprender que habrá momentos para estar en su “cuarto” descansando, comiendo, acicalándose (como si dijéramos su “vida íntima”) y otros, en los que podrá estar relacionándose con su familia humana, y haciendo “vida social”, cosa que es tan necesaria para ellos, y debería ser igualmente placentera para nosotros.
Diferencias entre papillero y capturado

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Una de las mayores diferencias entre un loro criado a mano o papillero y un loro salvaje o capturado es su modo de "pensar". El salvaje tendrá en todo momento en su mente las iniciativas y pautas de conducta propias de la vida en su medio natural, las cuales guiarán absolutamente todas sus actuaciones. Cuando es capturado y trasladado a nuestra sociedad el animal no conoce esta "selva"; no sabe desenvolverse en ella. Requiere un nuevo aprendizaje de costumbres en medio de una privación de libertad. Es por ello que su adaptación suele ser tan compleja llegando a veces a situaciones depresivas irreversibles.
En cambio el criado a mano o papillero que seguramente cuenta con suficiente información genética sobre sus necesidades y comportamientos básicos de supervivencia, no llega sin embargo a necesitarlos ni consecuentemente a ejercitarlos ya que no conoce otro medio que la sociedad civilizada. De hecho considera desde el principio al humano como jefe de su bandada. Pero tampoco "sabe" comportarse entre nosotros. También hay que enseñarle. Sin embargo aprenderá muy rápido, es como un libro abierto. De ahí la importancia capital de la enseñanza y adiestramiento como bases de la socialización adecuada del ave. Destacar la responsabilidad que adquiere el dueño o "jefe" en todo el proceso, no sólo ya de crianza y educación, sino de convivencia a lo largo de toda la vida del loro. Loro que, debemos tener en cuenta, en muchos de los casos, podrá sobrevivir al dueño que le ha criado, enseñado y querido... Es para pensarlo, ¿verdad?
Necesidades Afectivas

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A lo largo de la historia, el hombre ha sentido fascinación por las distintas especies de psitácidas, como bien se ha podido conocer a través de escritos, grabados y pinturas que hemos ido recuperando de la herencia de nuestros antepasados en las distintas culturas.
Lor loros son aves hermosas, con colores espectaculares. La capacidad que tienen la mayoría de especies para imitar la voz humana e infinidad de sonidos es cualidad muy apreciada.
Pero es quizás su inteligencia, su vivacidad lo que quizás más pueda soprendernos si sabemos observar a estas aves tan especiales, y es lo que más deberemos tener en cuenta a la hora de adquirir un loro.
Para empezar deberemos ser conscientes de la larga vida que pueden tener. Hay especies que pueden superar los 80 años. A lo largo de esta extensa vida, estos animales formarán estrechos lazos afectivos con las personas que van a formar parte y el considerará su "bandada humana".
Y cuando decimos aquí "lazos afectivos" es eso exactamente. Hay personas que no pueden llegar a creer que un pajaro pueda sentir sentimientos afectivos tales por determinadas personas, que puedan llegar a producirle transtornos psicológicos en el ave en caso de que esa persona desaparezca de su "bandada" o se ausente durante un tiempo. Incluso esa enorme tristeza que pueda sentir el loro, puede llegar a provocar que éste mismo llegue a automutilarse arrancando sus plumas de raiz, convirtiéndose este comportamiento en un hábito de difícil erradicación. Esta conducta de automutilación se conoce habitualmente como picaje.
La capacidad de sentir afecto viene ligada a la inteligencia de un ser. Según investigaciones científicas se ha podido deducir que algunas especies de psitácidas como por ejemplo el conocido Loro Gris Africano, familiarmente llamado Yaco, pueden llegar a tener una inteligencia comparable a la de un niño de entre 4 y 6 años, equiparándose en esta cualidad al chimpancé y al delfín, especies a las que se les reconoce una capacidad intelectual razonable.
¿Por qué extrañarnos entonces, sabiendo de su inteligencia, que un loro pueda sentir afecto por los humanos que le rodean habitualmente?
A la hora de adquirir una de estas extraordinarias aves, asumimos también una obligación, que en muchas especies puede ser de por vida, dada su longevidad.
El vínculo que se establezca entre humano y loro variará dependiendo de varios factores.
Uno de ellos es la procedencia del ave. Indudablemente será diferente si el loro es un animal capturado en su hábitat natural por todo el trauma que puede suponer esta captura desde que se produce hasta que el animal llega a nuestras manos o si por el contrario adquirimos un loro criado en cautividad en un aviario, por humanos que lo alimentarán a mano, le darán afecto, y lo sociabilizarán llegando a nuestras manos un ave dócil y ávida de cariño.
Un loro capturado, con mucha paciencia, cariño y a base de mucha observación y comprensión puede llegar a sentir afecto por su cuidador, pero no todos los casos se consigue, dependiendo esto de individuo animal y de la persona que lo adquiera.
El loro papillero será por lo general un animal dócil, juguetón y deseoso de integrarse en el grupo familiar que lo adopte. Querrá saber qué pasa a su alrededor, ver que se está manipulando delante de él con nuestras manos. Curioseará todo lo que le llame la atención y sobre todo, demandará nuestra atención, quizás muchas veces, al extremo del egoísmo, queriendo ser el centro de atención siempre.
Estos animales sienten la necesidad de contacto físico. No dudarán en ofrecernos su nuca para que acariciemos sus plumas y podremos observar su disfrute en sus ojos que a veces cerrarán sintiendo el contacto de nuestras manos.
Los loros son animales gregarios. En su hábitat natural viven en grupo. En cautividad, siente la necesidad de pertenecer a una bandada y adoptan como tal a la familia humana que los adquieren.
Además suelen elegir a un lider o persona favorita. Su comportamiento con dicha persona será especial. A veces los machos representan el mismo ritual de apareamiento que le manifestarían a una hembra en el cortejo, dejando caer sus alas hasta arrastrarlas y moviendo la cabeza sucesivamente arriba y abajo o hacia adelante y hacia atrás de manera contínua, llegando a regurgitar comida de su buche y ofrecérsela a la persona adorada,tal como demuestran a la hembra de su especie la capacidad de ser buen padre y criar a los polluelos.
Un polluelo de loro, al estar criado por un humano desarrolla unos lazos de afectos, no tiene miedo a la mano del hombre, al haber recibido solo de éstas, caricias y alimento. Tan confiados son a veces que pueden llegar a dormirse en las manos de sus dueños, reconfordados por su calor. Y esa confianza, debe parecernos maravillosa. Un animal alado. La esencia de la naturaleza libre, duerme tranquilamente en las manos del hombre, disfrutando de su compañía. Nunca debemos dejar de asombrarnos por tan extraordinarios lazos de cariño.
Por ello no debemos olvidar que esos lazos para ellos son necesarios. Un loro no es una animal que se encierra en una jaula y que solo necesita comida y agua. También debemos darle atención por nuestra parte. Él se encargará de demandarnos esa atención, constantemente a veces. Deberemos aprender a conocer sus gestos pues así tratará de comunicarse con nosotros. Y nuestro amigo emplumado deberá aprender que habrá momentos en los que deba estar en su "jaula habitación" y otros en los que saldrá fuera y podrá jugar con nosotros y hacer "vidad social".
Es importante recordar que ellos están a veces deseosos de salir de la jaula y lo exijirán a veces con gritos que podrán ser molestos. Tendremos en cuenta que en su hábitat natural suelen volar en bandadas en busca de alimento. Si algun individuo se separa del grupo, algun otro emitirá sonidos de llamada en espera de constestación del que se ha separado.
Esto podríamos aplicarlo a nuestra casa. Si desaparecemos de la habitación donde está nuestro loro, a veces él gritará para llamarnos, preocupado por no vernos. Es posible contrarrestar estos gritos contestándoles por ejemplo con un hola en tono suave, cada vez que él grite. Posiblemente se reconfortará al oir nuestra voz y sabrá que estamos bien y cerca. Al tiempo, quizás podremos comprobar que en vez de emitir esos altísimos gritos, aprenderá al llamarnos diciendo sólo: ¿¡hola!?.
Volvemos a comprobar con este ejemplo, la necesidad de cariño y el ansiedad que pueden sentir estos animales, al no tenernos cerca.
Por todo ello, nunca debemos privar a nuestros amigos emplumados de ese cariño, ese trato afectuoso, que no hace otra cosa que hacerlos más felices en nuestro entorno, ya que somos nosotros los que debemos esforzarnos por que sus necesidades sean lo mejor satisfechas posibles
El duelo ante la muerte de un loro

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Con frecuencia nos encontramos ante la terrible y repentina noticia de que nuestro loro ha fallecido. Aun cuando nos consideremos expertos en su comportamiento como para percatarnos de algún cambio en su salud, el fallecimiento puede ocurrir de la noche a la mañana sin que siquiera sepamos la causa.
Esto nos lleva a una fase de culpa y depresión, ya que invariablemente sentimos que "pudimos haber hecho algo más". Y esto sin tomar en cuenta que, posiblemente, el loro dejó no sólo a su dueño deprimido, sino también a su pareja.
Este punto es trascendental porque tenemos la obligación de vivir el duelo muy de cerca con el loro sobreviviente. Lo primero que debemos hacer es llevarlo de inmediato para una revisión extraordinaria con el médico veterinario, de preferencia un especialista en pequeñas especies, para tomar las debidas precauciones.
Una vez de regreso en casa y descartada la posibilidad de un contagio, notaremos el cambio de actitud en el sobreviviente: le "llama" constantemente a su pareja, imita sus gritos e incluso pude dejar de comer y jugar debido a la depresión por la que atraviesa. Antes de salir corriendo a comprarle una nueva pareja, me permito darles las siguientes sugerencias:
1. Pasemos más tiempo del acostumbrado con nuestro loro. Como sabemos, ellos sufren con la soledad y la indiferencia de quienes lo rodean; saben que tienen un vínculo estrecho con quien los alimenta y eso lo hace sentir seguros. Ahora tú eres su pareja, él espera tu compañía más que nunca.
2. Compensemos su tristeza. Llévale nuevos juguetes, nuevas galletas y todo aquello que pueda darle un rato de diversión. Un espejo sería fabuloso, se sentirá acompañado cuando no estés a su alrededor.
3. Si decides comprarle una pareja, evita juntarlos de inmediato. Deja al nuevo loro en su jaula -pero cerca del sobreviviente- por unos cuantos días; dales la oportunidad de observarse y reconocerse pero guardando distancia. Eso permitirá que tu loro se sienta cómodo con el invitado, sin que ello implique una invasión repentina.
4. Hablemos con el loro: dile que sabes lo que siente porque tú sientes lo mismo; explícale que su pareja se fue y que ahora ustedes seguirán juntos y que podrán superarlo. Hazlo despacio y en voz baja, recuerda que sus oídos son sumamente sensibles. El contacto visual es muy importante.
5. Rindámosle homenaje a nuestro loro. Despídelo como él se merece. Puedes realizar un pequeño "ritual de despedida" antes de enterrarlo: envuélvelo en un lienzo bonito, dale las gracias por todos los buenos momentos y la alegría que te brindó, y entiérralo en un sitio donde puedas visitarlo de vez en cuando.
Amazonas ocrohorchepala

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Este es uno de los loros mas populares en latino america, es inteligente, sociable, y le gusta casi todo tipo de semillas y frutas. Por eso es uno de los preferidos. Tambien se le conoce como loro real o tres marias. Su caracreristica fisica principal ademas de tener la frente o cabeza amarilla es la de tener los hombros y parte de la cola de color rojo y amarillo intenso.
Psittacus Erithacus

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Yaco o loro gris africano
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1 Introducción
2 Morfología
3 Conducta
4 Alimentación
5 Más información
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Introducción

El yaco o loro gris africano, es el loro más conocido gracias a su portentosa facultad para el habla.

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Morfología

Es posible conocer la edad aproximada de un yaco (mientras es joven) gracias a la coloración de su iris.


Iris negro (cambiar foto)


Iris gris


Iris amarillo (cambiar foto)



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Conducta


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Alimentación


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Más información

Puedes encontrar muchísima información en YacoMania (http://www.yacomania.com)
Ara Ararauna

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Ara Araraunas en vuelo libre
Nombre científico: Ara Ararauna
Nombre común: Guacamayo azul y amarillo
Glándula Uropigiana

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Como muchas aves, los loros se cuidan constantemente el plumaje. Para limpiarlo y colocarlo en su sitio utilizan el pico con gran destreza, pero, además, extraen con él una sustancia aceitosa que segrega la llamada glándula uropigiana, que está situada en la parte dorsal de la zona de inserción de la cola. En los loros grises tiene forma de corazón. Aparte de servirles para mantener la piel y las plumas en óptimo estado, esta glándula fabrica precursores de vitamina D y realiza funciones antibacterianas.
La sustancia segregada es una combinación de células extrudadas, ceras, y ácidos grasos; esta secreción es extendida por el plumaje a través del acto de acicalamiento. La exposición del pájaro a los rayos ultravioletas hace que los precursores de vitamina D contenidos en la secreción y extendidos por el acicalamiento se convierten en vitamina D3, que es ingerida en el acicalamiento siguiente.
La existencia de nuevas investigaciones demuestra que los ojos de las aves pueden ver la luz ultravioleta, así que la secreción de la glándula podría también jugar un papel importante en la identificación del sexo de un ave por parte de otros miembros de la bandada. Las enfermedades relacionadas con esta glándula son el alargamiento, la hiperqueratosis o la metaplasia, y suelen estar producidas por un bajo nivel de vitamina A (hipovitaminosis A); el veterinario considerará un cambio de dieta, la aplicación de compresas calientes, así como un suplemento vía parental de vitamina A
Giardasis

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Esta enfermedad está producida por el parásito Giarda, que se presenta en dos formas, en la forma activa o en forma durmiente; la transmisión puede ser a través de alimentos contaminados, aguas no tratadas o tierra. Los síntomas son: diarrea, letargia, anorexia y pérdida de peso. Algunos casos de picaje son producidos por infestaciones de Giarda, ya que la piel se vuelve seca y produce picor.
Aguacate

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Esta fruta tiene una elevada toxicidad para las aves psitácidas. A pesar de que muchos propietarios han dado aguacate a sus loros, es una fruta que puede ocasionar la muerte. Parece ser que lo que envuelve la semilla, así como la cáscara, son tóxicas, aunque la envoltura de la semilla puede contaminar la carne de esta fruta al entrar en contacto con ella. El aguacate NUNCA debe ser proporcionado a un loro.
Hay muchas variedades de aguacate y aunque se sabe que hay algunas variedades toxicas y otras no toxicas, esto no se ha podidio saber y clasificar con rigor, y es por tal motivo que el aguacate no se puede proporcionar al loro, igualmente es nociva la Papa cruda, y las judias.
Amor incondicional

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A menudo se dice que un loro doméstico, sobre todo si ha sido criado a mano y se ha vinculado a su dueño desde sus primeras semanas, mantiene de por vida una fidelidad absoluta y un inquebrantable apego emocional hacia su dueño. Sin embargo, los loros no demuestran amor incondicional: el vínculo afectivo que mantienen los loros se basa en la relación que su cuidador ha establecido con él; este vínculo puede llegar a ser muy fuerte y duradero si se mantiene con él un trato continuado lleno de cariño y mutua confianza, pero si la interacción no se fomenta y trabaja día a día puede llegar a perderse.
Candidiasis

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Enfermedad producida por el hongo Candida albicans. Es un hongo oportunista, es decir, existe en las mucosas de la garganta de los loros sanos pero sólo origina la enfermedad cuando el animal tiene las defensas disminuidas. Suele aparecer en aves con una alimentación deficiente y en aquellas con las que no se mantiene un estado de limpieza adecuado. Es más habitual en los neonatos, y también puede aparecer en algunas aves que han recibido sobretratamiento con antibióticos. Los síntomas pueden ser variados según la edad del ave, pero los más comunes son la inflamación del buche, vómitos, disminución del apetito, problemas de respiración y diarrea.
Psitacosis

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(Redirigido desde Clamidiasis)
La psitacosis o clamidiasis es una de las escasas enfermedades que los papagayos pueden transmitir a los humanos. Es producida por la bacteria Clamidia Psittaci, y puede aparecer tanto en aves salvajes como nacidas en cautividad. Los síntomas en humanos son los de un catarro, y su curación en caso de contagio se puede solucionar fácilmente con antibióticos. Los síntomas en papagayos varían dependiendo del estado del sistema inmunológico del ave y de la virulencia del microorganismo pero los más notables pueden ser la inapetencia o la somnolencia, flujos nasales u oculares, respiración dificultosa, conjuntivitis...; en casos más agudos, llegan a presentar vómitos, diarrea o problemas en el sistema nervioso central. Si no se trata adecuadamente, puede dar lugar a la muerte del ave.
Algunas aves son portadoras asintomáticas, es decir, tienen la enfermedad y la transmiten pero no presentan síntomas; sin embargo, si su sistema inmunológico se ve comprometido, comienzan a desarrollar la enfermedad. Las pruebas clínicas de clamidias producen a veces falsos negativos, por lo que algunos veterinarios optan por tratar al animal para asegurar su curación.
Podeis ver un completo artículo AQUÍ (http://www.yacomania.com/modules.php...howpage&pid=35) (YacoMania.com)