Sí lleva razón en que no había pensado en que si haces eso con una hembra raceadora no podrás trabajar en familia con tanta facilidad, porque la canaria como reproductora dura menos años, claro. Con los de color es cierto que normalmente no se vuelve tanto de hijos o nietos a madre, u otros familiares, y se necesita que la canaria dure como reproducora lo más posible. Pero no me negará una cosa, que muchas veces no es suficiente una sola puesta para testar una canaria con un macho, dependiendo de la cantidad de pollos que nazcan y el sexo de éstos, sabe que se necesitan mínimo dos machos en un voladero y no siempre se dan en una sola puesta. Usted, Juca, fue quien entró en el terreno ético, no yo, en primera instancia, pero vamos, no me importa. Estoy seguro, por cierto, que si coincidiéramos personalmente las cosas no se harían tan agrias, siempre es mejor hablar en persona, y los encuentros y desencuentros son más suaves. Sí tengo una anécdota que le ocurrió a un comapñero de asociación, si es o no una excepción no lo sé, y tampoco sé si la pájara pudo usarse otro año.
Este compañero compró unas pájaras de fuera, es cuando aquí estaba entrando el discontinuo, y puso una de ellas a criar. En la primera puesta se le levantó a media incubación, y en la segunda mutiló a los pichones recién nacidos, eso lo supo posteriormente cuando los estaba criando otra, y los avandonó. Le dio tanto coraje que decidió hacerla poner hasta que se vaciara, y así hizo. No sé cuánto llegó a poner, pero la hizo poner hasta que no sacó más huevos de ella, y dice que fue la que más bonita y sana acabó la cría. Por cierto que sus hijos fueron los mejores cantores, aun mutilados, y alguno que usó para criar era una máquina pisando y cebando, aun con un trozo de pico de menos y las puntas de las alas. Pero es verdad que seis puestas es un exceso.