Creo que valdria la pena pasarlo a Articulos, lo tengo cuando andaba con Rapaces, es perfectamente aplicable a nuestros pajaros pues he visto en el foro bastantes casos de canarios con este mal:

Pododermatitis séptica. Bumblefoot (Clavos)

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Pododermatitis séptica, Bumblefoot



Comúnmente conocido como clavos, esta dermatitis es un proceso
íntimamente ligado a la inactividad del ave cuando no está volando.
Las largas horas que permanece en el posadero, predispone a una
isquemia por compresión (como las úlceras del decúbito prolongado en
los ancianos), que abre la puerta a múltiples contaminantes, sobre
todo contaminantes fecales. Esta enfermedad es muy típica de las aves
de cetrería donde un mal material del banco o percha del animal junto
a la inactividad por cuestiones de muda por ejemplo llegan a dar
problemas como estos que si no se tratan a tiempo son realmente
peligrosos para las rapaces.

Cuando el ave retrae el apoyo de una garra, es síntoma inequívoco de
dolor, y debemos sospechar del inicio de pododermatitis ó de un
traumatismo puntual en el momento de la captura de una presa.

Una pata dolorosa, inflamada y caliente debe atraer nuestra atención
en forma primaria a un clavo o a un clavo secundario a otros procesos
que cursen con dolor en la pata opuesta.

Nota: La definición de pododermatitis séptica, puede ser incorrecta en
los estadíos más avanzados del proceso, ya que no solo afecta al
epitelio, sino que avanza sobre estructuras más profundas como
ligamentos, cápsula articular y hueso.

En cautiverio condiciona un exceso de apoyo sobre la superficie
plantar de la garra, lo cual se traduce en un continuo desgaste del
epitelio protector de la palma, una disminución de la irrigación, un
aumento del contacto con su propia materia fecal al no tener mucho
sitio donde moverse, sumado a la falta de ejercicio natural que le
otorga el vuelo en libertad.

Se caracteriza por escoriación, abcedación, celulitis y necrosis del
epitelio de la planta de la garra.

Clasificaciones


Existen varias clasificaciones (Halliwell, 1975; Cooper, 1980 y
Remple, 1993) en las que se considera la localización y extensión de
las lesiones, los cambios patológicos y la cronicidad de las mismas, y
también la secuencia de las lesiones. El objetivo es clasificar con el
fin de establecer un pronóstico y también un ordenamiento en los
cambios que se suceden una vez establecidos el problema.



Siguiendo la clasificación de Halliwell, pero, haciendo coincidir la
menor numeración con el menor grado de lesión plantar, se podrían
clasificar los clavos o pododermatitis séptica en:



TIPO I

Es el inicio de una lesión en la palma de la garra. Normalmente está
localizada en un solo dedo. Es de características inflamatorias y
aunque muy debilitado, todavía existe un epitelio de cubierta. La
lesión puede ser proliferativa o degenerativa con tendencia a la
ulceración. Dentro de este tipo no existen signos clínicos de dolor o
molestias al principio. Normalmente se diagnostica por inspección
rutinaria. No existe una infección clínica aparente.

TIPO II

Es un grado más del tipo anterior. Comienza a aparecer signos de
infección. En los cultivos normalmente se aísla Staphilococcus aureus,
Proteus sp y E. Coli. Estos hallazgos de laboratorio confirman el
origen epitelial y fecal de estas infecciones.
Comienza a aparecer un dolor marcado, con retirada del apoyo en la
pata afectada y carga en la otra. (situación que con el tiempo termina
deteriorando ambas extremidades). Aparecen abscesos supurantes y
marcada reacción fibrosa de los tejidos.
Tratamiento: en este caso se pueden utilizar antibióticos sistémicos,
dependiendo de lo avanzado del cuadro y del criterio del veterinario.
La cirugía puede ayudar a desbridar los tejidos desvitalizados que
actúan como barrera y reservorio de las bacterias. La utilización de
vendajes con pomadas antibióticas son insustituibles al igual que lo
son los vuelos más prolongados.

TIPO III

Es el grado de pododermatitis más avanzado. Se distinguen
deformaciones y una reacción fibrosa abundante. Es muy común la
aparición de osteomielitis con compromiso articular grave. En estos
casos se suelen intentar tratamientos médicos combinados con cirugía,
pero indefectiblemente terminan con la muerte del animal, ya sea por
un deterioro progresivo o por eutanasia.
Complicaciones graves: osteomielitis, endocarditis valvular, tétano

Tratamiento:
Se combina el cambio de sustrato para que el animal apoye (percha,
madera, roca), intentando que vuele durante más tiempo, más la
utilización de pomadas antibióticas (cloxacilina, dicloxacilina) con
DMSO para vencer la resistencia tisular.
El césped sintético (astroturf) es de gran ayuda para disminuir el
grado de isquemia producido por superficies más duras, aunque sin duda
alguna, el mejor sustrato es aquel en el que el ave permanece menos
tiempo (+ horas de vuelo).
La participación de bacterias resistentes y productoras de
penicilinasas, como Staphilococus sp, fundamenta la utilización de
cloxacilina, dicloxacilina, flucloxacilina, etc.

TRATAMIENTO MÉDICO

Las bacterias más comúnmente implicadas son el Stafilococus aureus y
Escherichia coli. Los mejores resultados, dependiendo del tipo y grado
de afectación, los he obtenido uniendo el tratamiento parenteral y
local. El tratamiento parenteral realizado con enrofloxacina y el
local con doxiciclina + DMSO ó tripsina + dexametasona. Esta
formulación normalmente se encuentra en la mayoría de los tratamientos
antimamíticos y de secado en vacas de leche. La enrofloxacina y la
amoxicilina-clavulánico, son opcionales y dependen del criterio del
veterinario actuante.

Manejo

Como ya he comentado esta enfermedad se da más en casos de aves de
cetrería y también en aves en centros de recuperación y de jaula. En este punto
hay que confiar en los profesionales cetreros o cuidadores de las
aves, para que en conjunto se logren los resultados deseados de:

- mayor cantidad de horas de vuelo

- bancos adecuados a la especie

- sustratos que permitan el paso del aire y la correcta irrigación de
la superficie plantar.

- adecuada higiene del banco o posadero.

Un saludo