Ahora no tengo perro, pero en el hipotético caso de que quisiera tenerlo me gustaría darle la mejor dieta. Di con una web www.lobourbano.com cuyos principios me parecen estupendos y de lo más lógicos, aunque seguramente a muchos de vosotros os den escalofríos.
Esta web promueve la alimentación de nuestros perros básicamente con huesos carnosos crudos complementados con nuestras sobras de la mesa Con huesos carnosos me refiero a esas piezas que son de hueso con carne como por ejemplo paleta de cerdo, codornices, carcasas de pollo, flancos de cordero, etc. No debemos ofrecerlos troceados sino enteros, en pedazos lo más grandes posible, lo cual servirá entre otras cosas para que el perro limpie su dentadura al morder, desgarrar y tironear. Para un yorksire, por ejemplo, valdía una codorniz o un ala de pollo, y para perros más grandes trozos como flancos de cordero, conejos enteros, muslos de pollo, en general, para que me entendáis, piezas más grandes de tamaño que la cabeza del animal.
Beneficios digestivos: los perros son animales básicamente carnívoros a pesar de lo que nos hayan estado haciendo creer, bien es verdad que pueden comer otras cosas, pero lo que mejor digieren es la carne y los huesos crudos. Si pensamos con lógica el pienso se inventó para perros hace unas pocas decenas de años y se les empezó a dar comida concinada como mucho desde hace pocos siglos, por lo que debemos entender que su tubo digestivo sigue adaptado a su dieta natural pues no le ha dado tiempo a adaptarse a lo que nosotros les ofrecemos ahora. Un perro puede mantenerse con un 7% de su peso aproximado de carne y huesos crudos a la semana, teniedno un altísimo índice de conversión y digestión de estos productos, a diferencia de otras dietas de las que necesitan comer más cantidad. Los piensos en su mayyoría están constituídos con cereales, proteína vegetal, y otras cosas como desechos cárnicos de baja calidad, etc., que el perro no aprovecha demasiado bien, lo cual viene estupendo al negocio de los piensos que venden más puesto que nuestras mascotas necesitan comer más. Además la materia de los piensos está cocinada, horneada y extrusionada lo que la hace poco digerible, eso a parte de conservantes y colorantes. Tampoco es bueno que les demos carne y huesos cocinados, ya que la estructura de las proteínas de la carne se rompe al prepararla así, lo que nos viene bien a nosotros que llevamos casi un millón de años comiéndola así, pero no a ellos. Asimismo los huesos cocinados son peligrosísimos, ya que su estructura molecular se modifica convirtiéndose en indigestos para ellos. Cuanquier hueso crudo será comido por nuestro perro sin peligro, pero esos famosos huesos que han perforado intenstinos caninos y por los que todos sabemos que no debemos dar huesos a nuestros perros, siempre son huesos cocinados. También las heces de un perro que come huesos carnosos crudos son más pequeñas, duras y menos olorosas que las de otros perros que se ven obligados a eliminar gran parte de su dieta que no pueden aprovechar. También podemos complementar con cereales y verduras cocinados en pequeñas cantidades pues cuando un perro salvaje o lobo caza una presa natural come sus intestinos con el contenido semidigerido, y las sobreas de nuestra mesa pueden simular ésto.
Por otro lado el pienso, la comida en lata y la carne cocinada favorecen las llamadas enfermedades periodontales por las cuales los dientes y encías se dañan por la falta de liempieza y el problema poco a poco va transmitiéndose a todo el cuerpo a medida que la infección viaja por la sangre. Los huesos carnosos crudos mantiene los dientes de nuestro perro en perfecto estado y será raro que tengan mal haliento, enfermedades de la boca o dientes. Además disminuyen las alergias que muchas veces son a los productos cocinados. De hecho a veces se detecta alergia en un perro a deteminadas carnes pero es a esa carne cocinada, y cuando se le da cruda no pasa nada.
También debemos dar una vez en semana pescado crudo con intestinos y espinas y una vez cada dos semanas hígados y otras asaduras.
Lo que pasa que los beterinarios tienen metido en la cabeza lo del pienso, la comida valanceada, bla bla bla, pero no hace otra cosa, sin querer o queriendo, que transmitir los intereses de la industria del pienso que se les han inculcado de manera subliminal en su educación de beterinarios.