~ MIS REFLEXIONES PERSONALES ~
"Debemos comprender que no podemos escapar al dolor común,
y que la única justificación, si la hay,
es hablar mientras podamos en nombre de los que no pueden."
Albert Camus.
EL ORIGEN DE E.T.A. ES DE CARÁCTER SOCIAL, NO POLÍTICO
Si alguien quiere simplificar con ETA puede hacerlo, pero dudo mucho que llegue a ningún camino correcto para conseguir su erradicación. Por eso, yo propongo la investigación de las causas que socialmente propician que existan jóvenes que estén dispuestos a matar a inocentes por una entelequia como "la patria vasca" y otros millares de personas que les siguen apoyando con su voto a través de su brazo político de turno (antes Herri Batasuna, luego Euskal Herritarrok, más tarde Sozialistak Abertzaleak, luego...?).
Cuanto más primitiva es una sociedad, más proclive es al fundamentalismo. El hombre primitivo agrede al otro porque es distinto y, por ser distinto, es una fuente de posibles peligros, una amenaza, en suma.
El fundamentalismo de ETA se nutre de las lagunas de escasez de civilización y modernidad que aún quedan en la sociedad vasca, por muy avanzada que pretenda ser la imagen que lanza al mundo, museo Guggenheim incluído.
No importa lo industrializada que esté una sociedad: en las cloacas puede estar esperando la intolerancia, como una peste de ratas venidas de la prehistoria. Y esto es un aviso para todas las sociedades del mundo, incluídas las distintas comunidades autónomas que existen en España.
El régimen nazi se gestó en las rendijas de primitivismo que sobrevivían en el alma alemana, por más que hoy nos parezca una sociedad avanzada. Incluso hoy día, el fantasma de la xenofobia se pasea de vez en cuando por las noticias de Europa.
Mientras no se esté al tanto de que se está tratando con cavernícolas, todo acercamiento al entorno de ETA es peligroso para la sociedad y, desde luego, para los que propician ese acercamiento.
Donde existen fenómenos de terrorismo fundamentalista, encontraremos rasgos de esa falta de civilización. Generalmente se trata de sociedades muy rurales, pero marcadas también con el hierro de la industrialización desaforada concentrada en ciertas zonas. Esta industrialización es la que permite agrupar frustaciones, que en el medio rural no encontrarían más cauce de expresión que el del garrotazo al vecino. Son las frustraciones de numerosos hombres y mujeres que, quizá venidos del campo buscando prosperar, se encuentran metidos en un engranaje de obligaciones y deberes que les asfixia y que los salarios no compensan. Son las frustraciones de tener que renunciar a tantas cosas, como la familia dejada en el campo o en la montaña, o la amiga -medio novia- que finalmente se casó con un guardia civil andaluz. Son las frustraciones de quienes, una vez en el engranaje, no ven la manera de salir de él.
Agrupadas todas estas frustraciones, sólo hace falta darles un tinte ideológico. Podrá ser la lucha de clases o el nacionalismo -o ambas, como en el caso de ETA-, podrá ser religión u otra utopía. El caso es darle un nombre y buscar una cabeza de turco. El resto lo hacen las frustraciones, ahora ya no dispersas sino con un objetivo al que dirigir sus iras.
Y cuando hablamos de frustraciones, todo es posible. Porque la frustración, la impotencia, necesita una válvula de escape. Si la válvula de escape no funciona correctamente o sencillamente no existe, la olla de las frustaciones explota. Esto lo sabía Franco (y otros regímenes) que permitió y alentó que las frustraciones sociales se catalizaran a través del fútbol, de los toros y del flamenco, por decir tres tópicos.
¿Dónde surge ETA? Simplificando, en los núcleos industriales de Guipúzcoa y Vizcaya.
Primera posibilidad: los empresarios vascos de los comienzos (no los de ahora, tal vez, pero también pudieran tener algo que ver) han preferido canalizar la frustración de los obreros hacia objetivos "externos", como pueden ser "los españoles" en general. Esto supuso la creación de un monstruo (ETA) que luego se les fue de las manos y acabó matando no sólo a guardia civiles, militares y policías, sino también a los propios empresarios y, últimamente, también a políticos. Todos los estamentos sociales han sido atentados por ETA, incluso algún sindicalista. Creo que sólo falta que disparen sobre algún clérigo.
Segunda posibilidad: hablando de clérigos, no olvidemos que los primeros pasos de ETA como organización se dieron en centros religiosos, como son los propios seminarios y conventos vascos. ¿Tal vez estos centros estaban henchidos de jóvenes rurales cuyas vocaciones no hacían sino encubrír la frustración de una vida que no encuentra salida de otro modo? ¿A cuántos de ellos no les había "robado" la novia algún guardia civil del pueblo o algún otro "maketo", aventajado porque hablaba, leía y escribía castellano con soltura? No hay mucha distancia entre la religión y el fundamentalismo.
Esto, referido a los orígenes. El tiempo ha pasado y hoy las frustraciones pueden haber evolucionado en su origen, pero no el modo de solventarlas: alimentando lógica nacionalista y vertiendo sangre inocente.
En mi modesta opinión, ETA y su entorno se nutren sobre todo de jóvenes hijos de obreros industriales. La frustración de los padres se pasa a los hijos, se "mama" en casa desde la infancia. Tal vez los padres no sean nacionalistas, pero los hijos tienen que buscar una explicación y justificación a ese odio que perciben en casa. Si los padres no conocen el origen de sus frustraciones y no pueden aclararlo a los hijos, o transmiten una causa que el hijo percibe equivocada, los hijos buscarán las respuestas por su cuenta. En esta búsqueda serán presa fácil de los ideólogos de turno. Un joven necesita desesperadamente respuestas a los interrogantes que le plantea su mundo. Si viene uno con encefalograma plano y le dice con aplomo cuatro "verdades" de cómo va el mundo, le escuchará entusiasmado. Después de eso, colgarle una pistola al cinto es la cosa más fácil.
Estamos hablando de jóvenes que probablemente no han tenido una buena trayectoria escolar. Tal vez han abandonado los estudios pronto, han leído poco y tienen el criterio poco desarrollado para orientarse en la selva de discursos que es nuestra sociedad gracias a los medios de comunicación de masas. Tal vez han pasado demasiadas horas con otros jóvenes "poteando" y sin atender al desarrollo intelectual que requiere su edad. A la hora de discutir, tienen pocas luces y todo se lo tienen que dar simplificado: "los españoles son unos cabrones que nos están siempre jodiendo" puede ser un buen aperitivo para nutrir sus neuronas. Los platos fuertes vendrán después.
¿Por qué es de tendencia nacionalista más que socialista, aunque ETA se defina como marxista-leninista? Eso requiere un análisis aparte.
¿Por qué ETA exhibe una dialéctica sangrienta basada más en el nacionalismo que en el socialismo? Porque es una estrategia. De esta forma pretende cosechar apoyo social y ganarse las simpatías de otros partidos nacionalistas (si usted tiene algún apellido vasco, debería simpatizar con el nacionalismo, así lo esperan ellos). Si el País Vasco llegase a ser independiente, la segunda parte de la ideología, el socialismo, pasaría a primer plano. Y como buenos ejercientes de nacionalsocialistas (nazis, para que nos entendamos) aplicarían también la segunda parte de la estrategia, es decir, pasarían por las armas a todos aquellos que osasen oponer resistencia a su utopía, con el señor Arzalluz, o quien fuera, a la cabeza.
En cualquier caso, lo que parece claro es que el ambiente familiar influye mucho en la elección que luego hacen los jóvenes de integrarse en ETA. De hecho, sólo conozco un caso de los padres de un etarra convicto por asesinato que hayan pedido perdón a la familia de la víctima. ¿Dónde está la petición de perdón de otros padres de etarras por las acciones de sus hijos? Y si no quieren pedir perdón por lo que ha hecho su hijo ya adulto, y de cuyos actos son ajenos, ¿por qué no se desmarcan públicamente de las acciones de los terroristas para que sepamos que no son ellos los que alientan a cometer otros crímenes similares? Tal vez estos progenitores ven