Tienes más razón que un santo, Neruda. A veces me daría ganas de darme de cabeza contra el suelo, también tuve algunos canarios de Sta. Elena preciosos, me hicieron bastantes puestas pero casi todos los huevos claros y alguno abortado. Si lo hubiera intentado al año siguiente seguro que lo habría logrado. Nada, también se los regalé a un amigo aburrido de ellos. Ahora están a precio de oro. Ahora, como pájaros que ya no se ven mucho, tengo una pareja de S. mozambicus y una pareja de ruiseñor del Japón.
Un saludo y suerte con los sicalis.