Iniciado por
jilguero azul
Hoy he tenido el placer de hablar con Luis.
Me dijo ayer que en cuanto saliese del hospital me llamaría y así lo ha hecho.
Y me ha pillado sin afeitar, y digo esto porque hay veces en las que tienes que estar preparado para cuando surjan cosas como estas, como cuando los ancianitos de los pueblos que van al médico de la capital que se bañan y se ponen sus mejores calzoncillos por si hay que hacerles una exploración, no causar mala impresión.
La conversación, amena y fluida, y un poco cabreado a ratos, porque me enerva que en un pais en el que se pueden hacer obras faraónicas, ya sean aeropuertos, polideportivos, autopistas, para que el delincuente de turno se financie su jubilación y la de sus herederos de 10 o 12 generaciones, no se puedan construir 3 o 4 torres de repetición para teléfonos móviles. Ya digo que mosqueado porque en lo más interesante de la conversación, en la revelación de algún "secreto a voces", o se iba la cobertura, o se iba la conexión.
Me esperaba, por lo que me comentaron algunos miembros del foro, algo así como un segundo mesías, un semidios, y me ha gustado encontrarme al otro lado del teléfono a una persona sencilla, que habla tan bien de su afición como de sus amigos, en especial de Alfret -tiene que ser un tio grande ese Alfret-.
Alguien a quien le encanta lo que hace y que, además, sabe cómo hacerlo. Un tio que sabe un huevo...
La conversación ha sido larga pero muy instructiva. Me he quedado con ganas de saber más cosas. Supongo que ya habrá tiempo.
Pero lo mejor de todo es haber hablado personalmente con otro miembro más de esta gran comunidad de aficionados. Pe Es lo que más me gusta del foro.
A la vez, y como resumen final, ya que no me quiero extender mucho, he sacado dos conclusiones:
Una, que no conoces de verdad a alguien hasta que hablas con ese alguien. Todas las impresiones son subjetivas hasta que no las compruebas personalmente, por buenas o malas que sean.
Y la otra, que hay gente que sabe lo que hace y que no le importa compartirlo con los demás, para que esto avance, para que todo el mundo disfrute al mismo nivel. Sin contrapartidas. Como dicen en mi pueblo, el que sabe, sabe, y el que no, al rio a coger cangrejos.
En definitiva, alguien enamorado y apasionado de la cria, y al que no le importa hacer kilómetros, perder horas de sueño, compartir conocimientos y que está dispuesto a atender a cualquiera, sea quien sea.
Y creo que es de justicia decirlo.
Gracias por tu tiempo, Luis, y ya te lo he dicho antes, pero te lo repito ahora, lo que esté a mi alcance no tienes más que decirlo.
Un abrazo.