El Pardillo: Pasadas y trinos más importantes

Vicente Pruñonosa Fernández



Por el Maestro de Maestros D. Vicente Pruñonosa Fernández

Juez F.O.C.S.E. de todas las plumas.
Publicado en la revista “PaJaros” en los números
36 y 37 de Abril y Julio de 1977


Voy a hablar en algunos artículos sobre las pasadas y trinos del pardillo, que, para mí, es una de las aves canoras con mayor variedad de éstos y repertorio más extenso. Hay que perfeccionar el canto de estos pájaros que, por su capacidad de asimilación, aprenden aquellos giros imperfectos que oyen aun antes de que el propio aficionado se dé cuenta.
Este debe observar mucho a sus pájaros y aprender a distinguir las notas aceptables de las defectuosas.
Para que un pardillo sea aceptable en lo que se refiere a la emisión del repertorio, en mi opinión debe saber prepararse para cantar. A esta preparación, que en otras regiones denominan «quejidos», en Valencia la llamamos «cuechar».
Es muy importante saber cuechar a su debido tiempo, pues en nuestra región entra dentro de las notas de preparación del pájaro a la hora del enjuiciamiento.
Cuando a un pájaro que aún esté en la muda de «novel» se le oye intentando cuechar, hay que ponerle mucha atención e iniciarlo dándole el tono por si comienza con Co.o.i.i.i., o con Cu.u.i.i.i.
y refiriéndome al tono, he de indicar que es muy importante, hasta el punto de darle mucho valor al pájaro. La misma nota, de ser emitida en un tono o en otro puede implicar una buena o mala calificación.
Por ejemplo, una de las notas más importantes del pardillo, la traqueteada, emitida normalmente suena con la siguiente composición fonética:

ta.ta.ta.ta.tra.tra.tra.tra.,

cuando se le intercala la “toto”, al oído es de un tono más grave y hueco:

ta.to.ta.to.ta.to.tra.tro.tra.tro.tra.tro.,

por el contrario, un pájaro que primea la emite así:

tri .tri.tri.tri .tri.tre.tri .tre.tri.tre.tri.,

con lo que se observa un tono agudo muy diferenciado de los anteriores.
Con este ejemplo quiero indicar la gran importancia que tiene en el pájaro el tono de su voz, y la nota indicada es la más elemental del pardillo, algo así como el a, e, i, o, u del hombre, dentro de un extenso «vocabulario» en el que se encuentran notas como los renegados, las carretillas, los chillados llenos, etc.
Bajo mi punto de vista, emitiendo dos pájaros las mismas pasadas, aquél que tiene un tono grave y armonizado tiene mucho más valor y satisface más al aficionado que el que tiene la voz fina y «primea». Este es un punto de la mayor importancia, y no sólo en pardillos, sino también en jilgueros, verderones y verdecillos.
Voy a pasar ahora a tratar sobre las notas que tiene que emitir un pájaro para que se le considere aceptable en su canto. Con ello sólo intento contribuir a la difusión de lo que la experiencia de tantos años me ha enseñado. Por una parte, enseñar a los principiantes que desconozcan el tema, y por otra, ayudar a aclarar las dudas de aquellos ya iniciados que no han tenido fuentes técnicas de conocimientos. Y ello sin pretender sentar cátedra, pues desde estas páginas me ofrezco a todos aquellos aficionados que deseen discutir mi punto de vista, cambiar impresiones y apuntar cosas nuevas, para llegar a un mayor conocimiento del tema y ofrecerlo a los lectores.
De momento expondremos lo que es el canto corriente de un pájaro de reclamo, que es lo que más interesa a la mayoría de los aficionados, ya que todos ellos suelen ser cazadores, y lo que les gusta es ver y oír cantar a los pardillos (yo también soy de esa opinión cuando estoy cazando, pero luego en casa me gusta oír otras clases de notas en los pardillos) .
Las notas en los pardillos que más atraen para cazar a los pájaros de paso, son los primeos de chillado, que se traducen en notas de llamada, y que al oído suenan así: Gi.Gi.Gi.Gi.Gi.Gi.Gi.Gi. Aún alcanzan más valor cuando éstos son doblados: Gi.Gi.Gi.Gi.Gi.Ge.Ge.Ge.Ge.Ge.
Las notas éstas no tienen punto de comparación si es un pájaro valiente, las emite en un tono adecuado, y no se amilana cuando oye a otro pájaro que quiere plantearle competencia, si el pájaro entra siempre con estas notas (primeos de chillado). Por lo general, termina apoderándosse del rival.
Hay también unas notas para la caza que son de gran importancia, como las carretillas dobladas y alargadas en tres o cuatro tonos, a saber:

Tri. Tri .Tri. Tri. Tri. Tre.Tre.Tre.Tre.Tre.Tra.Tra.Tra.Tra.Tra.. .,

terminando con golpes de «cernicaleo» (esparberar) :

Ti.Ti.Ti.Ti.Ti., Y rematadas con una queja (cuechado):Co.o.o.o.i.i.i., o Cu.u.u.u.m.m.m.

También se pueden terminar con un Chi o un Rachi, siempre y cuando sea una nota que el aficionado la encuentre que no desentona con lo que está cantando el pájaro.
También son notas de mucha categoría los Renegados. que bien emitidos y con tonalidad adecuada, como ya mencioné, suenan muy bien al oído y le dan valor al pájaro, aunque la mayoría de renegados que se oyen en concursos y en cautividad son renegados de monte, normalmente copiados de los padres cuando están fuertes y éstos permanecen en el nido. Al igual que aprenden las pasadas buenas, también suelen tomar las pasadas deficientes y son perjudiciales para la «novillada» (conjunto de pájaros noveles que se suelen enjaular durante los meses de cría), debido a que los noveles captan más fácilmente los giros emitidos por sus hermanos que los del propio maestro.
En el caso de que en las cercanías a un nido de pardillos haya una nidada de verderones, lo más probable es que el verderón al emitir sus trinos, entre ellos el más corriente la rulada «rulo», los transmita a los pardillos, los cuales cuando comienzan a volar lo han captado prácticamente todo, y se dice entre los aficionados «tengo un pájaro que en vez de traquear lo que hace es rular».
Como os he dicho anteriormente, según de donde proceda el pájaro puede llevar giros buenos o giros malos. La mayoría son giros de monte, aunque se diga lo contrario por parte del aficionado, quitando del renegado que entra dentro del código de notas valenciano y catalán, que es una nota perfeccionada y elaborada por años de cautividad, cuya descripción fonética es la siguiente:

Gueiii... Gueiii... Gueiii... Gueiii

Y si es doblado suena así:

Gueiii... Gueii... Gueii... Guaayy...Guaayy... Guaayy...

Estos son renegados enseñados porque son duchos en esta materia, y que, por desgracia, para el aficionado cada vez quedan menos aficionados veteranos.
Muchos aficionados tienen un concepto equivocado entre lo que es un «renegado lleno»:

Gueiii... Gueiii... Guaayy... Guaayy...

y un «renegado de monte»:

Guiii... Guiii... Guiii...

normalmente en aficionados entendidos se consideran notas agradables aquellas que no hieren al oído. Por el contrario, aquellas que sí lo hacen se consideran defectuosas (primaveras, pitadas, etc.).
Referente a lo que hemos empezado con respecto a la caza, también os diré que quizá un pájaro que emita una primavera de entrada (de cara) y un «chorrit», del que más adelante os hablaré, en mi opinión es un gran cazador.
La primavera es un ave insectívora que viene a España precisamente en primavera, y que cuando empiezan a salir la flor y los tallos de los árboles, se encarga de limpiarlos de piojillos y parásitos, es, en fin, el pájaro benefactor de los árboles. Estos pájaros tienen un canto que el pardillo capta muy fácilmente, simplemente porque la mayoría de estos insectívoros están provistos de un repertorio corto y lo repiten constantemente. Dichos giros se los puede interpretar como

Tararí... Tararí... Tararí o .. .Qui. Qui.ve...Qui.Qui.ve... Qui.Qui.ve, Trachín... Tra.
chín... Tratachín... Tratachín... ToIeví...Toleví... Toleví...

Si lo habéis observado, veréis como estos pájaros no tienen más canto que el que he detallado, pero que repiten constantemente y siempre lo hacen cuando empieza a vislumbrar el día. Y el pardillo, que es un pájaro que suele asimilar mejor las pasadas cortas que las largas, estas notas (de primaveras) las aprende muy pronto.
Estas mismas pasadas, cuando los pájaros las emiten cazando, atraen tanto o más a los pájaros como los pueden atraer unos buenos renegados de monte llenos, unas carretillas o un buen chillado. Con esto quiero indicar que para cazar, es decir, para atraer a los pájaros hacia la parada, casi siempre una pasada que no llama la atención, floja, sin valor técnico, atrae con mucha facilidad a los pájaros emigrantes o de paso.
Como habréis podido observar en estas líneas, me estoy refiriendo unas veces a lo que es pureza de repertorio, y otras a lo que es un ejemplar de caza, pero sería tan extenso el tema del pardillo que estaría hablando de él durante años y no se diría todo lo que admite esta especie.
En la mayoría de los aviarios de aficionados que dominan la crianza en cautividad del pardillo se oyen trinos y giros que en otros locales no los tienen, y ahí vemos lo extensos que son en su forma de asimilación de canto, debido a que asimilan lo que oyen. Por ejemplo, si cuando están en la época en que son jóvenes, estando tapados, oyendo al «maestro» que les está enseñando, y a la vez hay una puerta cerca que hace un ruido raro, no hay que extrañarse de que cuando se destapen haya algún aficionado que diga «¿Qué es ese defecto?»: chiiii. o riririri, rararara.
Eso son defectos que les imponemos nosotros mismos sin damos cuenta.
Supongo que lo que más les interesa será el repertorio desarrollado por esta especie de pájaros. Todo ejemplar tiene que iniciar sus paradas preparándose para ello, es decir, tiene que empezar cuechando:

Cui... Cuuoooii... Cuuii... Coooiii...

Cuantas más veces repita estas notas, tanto más valor se le dará al pájaro, máxime porque es la nota primordial del pardillo. Se considera de mucho valor y dentro del repertorio permite la cuechada, es decir, que entre pasada y pasada intercale:

Cui... Cuuoooii... Cuuiii... Coooiii...