Un amigo de mi padre tiene un cuervo y es tremendo de travieso y destrozón. Es como un cahcorro de perro pero que además es capaz de volar por lo que llega a todas partes. Es un poco agresivo con los desconocidos pero no se acerca a atacarte, simplemente pica a modo d advertencia si te acercas tú a él pero duele bastante. Lo tiene o bien suelto o bien con unas pihuelas amarradas a las patas como un halcón sobre un posadero de madera, pues si está todo el tiempo suelto no se le puede quitar ojo. Con ese pico tan grueso y apareentemente torpe es capaz de cazar un mosquito, coger un pelo o sacarte uno a uno los hilos de la camisa o de la cortina. Es tremendo, los cubiertos de metal le encanta tirarlos al suelo porque le gusta el sonido y un día le rompió todos los vasos. Le encanta romper papeles y un día le destrozó la cortina. Lo único que no habla, pero imita el claxon del coche y el sonido del pavo real estupendamente. Come de todo pero sobre todo le encantan las uvas, la carne cruda y le apasiona el atún de lata, aunque gusta de probarlo todo y hay días que se le antoja comer cosas que normalmente no le gusta comer. También tuvo una grajilla pero ésta se fue, mientras que el cuervo no quiere irse. La grajilla, al igual que el cuervo, este hombre la encontró medimuerta de pichón y la crió. Un desastre, le dejó media casa sin luz de colgarse de los cables y se cernía sobre el techo para coger mosquitos y demás. Si estabas comiendo te pedía de lo que estuvieras mascando, y si no le dabas te abría los labios con el pico y te lo metía a la fuerza en l boca para cogerte algo. Le pegaba a las gallinas, a las palomas, y el cuervo al final tuvo que resignarse y darla por imposible. Poco a poco se fue yendo hasta que al final desapareció.