Después de haber visitado el mundial de Hassel en Bélgica, quisiera expresar las sensaciones que he tenido:
Hace cosa de 3 meses me plantee la posibilidad de ir a visitarlo con unos amigos y, claro está, la ilusión fue tremenda. Bélgica, con su fama de gran nivel en fauna europea clásica y mutada, con criadores de alto nivel mundial, un país al que me gustaría viajar, etc.. pues llegado el momento no lo dudé y a pesar de tener una sinusitis de categoría, allá me fui.
Una vez llegado allí, al entrar al recinto de la exposición vi que está todo muy oscuro y pensé: habrá una bajada de tensión eléctrica. Pero pasaban los minutos y las horas y aquello seguía igual, la gente con los móviles enfocando las jaulas para poder ver los pajaritos y yo, que tengo un móvil normalito, me había dejado la linterna en mi coche en Oporto. Al cabo de dos horas los ojos como panes de tanto forzarlos para intentar ver los pájaros. Pues nada, me voy para el local de venta y cuando entro y veo el desorden de tinglado que allí había, por unos momentos dudé si el avión me había llevado a Bélgica o estaba en Tailandia (dicho con todo el respeto hacia este país). Pero al pasar por allí vi a nuestros paisanos Abellán, Pedro, Paco, Enrique, Luis, Mantas Rosauro y claro, me di cuenta que si estaba en Hassel, pero no pude evitar que una decepción recorriese mi cuerpo de abajo a arriba. Si a eso le añado que a las dos de la tarde, con un hambre que no veas, me pillo un bocata todo ilusionado y una copa de vino para que el estomago por lo menos se sintiera bien, no podéis imaginar cómo me sentí cuando lo desenvuelvo, lo abro y veo que tenia 4 rodajas de pepino, 2 de tomate y 2 cm en el fondo de mortadela.
Luego, a la noche ya en cama, dándole vueltas a la cabeza llegue a la gran conclusión, que no es otra que a mis años ya empiezo a estar algo cansado de que los españoles sigamos siendo tan quijotes, de que todo lo de fuera sea mejor y más bonito, `pues no señores, no tenemos nada que envidiar a nadie y el año pasado en Almería quedó bien demostrado.
Pero ojo, no todo iba a ser negativo y es de justos reconocer que los híbridos y los verderones me encantaron pero, sobre todo, las mujeres: que talla, que cilindrada y que postura… pero aun así prefiero a la mía que es española (esto es por si le da por leer esto).
Ah ¿y lo bien que me lo pasé con los amigos? Como dice mi paisana, ahora que nos quiten lo bailao.