Eso mismo hace mi gorrión, pero yo creo que es de recuerdo de cuando era peque, que le daba la pasta de cría untándomela en los dedos, y él ahora se lanza al dedo y picotea como buscando comida.
Piensa en la parte buena, y es que tu pájaro no te tiene miedo, porque si te lo tuviera, se arrinconaría en una esquinita de la jaula y en vez de eso se enfrenta a ti como si fueras un igual.